jueves, 14 de febrero de 2008

la relatividad de las cosas

Y pensar en todas las acciones que realizamos diariamente...muchas de ellas son mecánicas aunque otras, pues no...te detienes y piensas...hummm aquí hay algo raro.
Generalmente nos ponemos a pensar eso cuando nos ocurren cosas malas, cosas inexplicables que la única lógica que le encuentras es que no tiene lógica cierta y que ya forma parte de un nuevo campo. ¿Destino, quizá?.
Los sabios griegos pensaban que nuestras vidas eras simple hilos dorados...como la cinta de una pelicula, que las vigilaban unos diablillos con tijeras y si un día se les cruzaban los cables ( o los hilos, permitidme una broma...vava), pues los cortaban y alá. Au revoir.
Personalmente, en días de inspiración o reflexión máxima pienso en ese tipo de ideas, y lo único que me viene en mente es que somos marionetas del destino.
Vaaaaaaaaale, entendido. Nadie puede negar que existen factores nefastos, extraños, etc en nuestras vidas, pero no creo que la mejor solución esté en seguir esa jugarreta del destino.
Allí, creo yo, el destino o como quráis llamarle, non centra niente. Es decir, nuestra manera de interpretar las cosas. Cualquier cosa se puede ver con humor, hasta la más trágica...bueno, no..era un intento..pero sí la mayoría de ellas. Sólo hace falta cambiar el chip y pensar que esas "cosas terribles" que nos pasan a veces, no son tan terribles al fin y al cabo.
En fin, sólo reflexiones de noche...


nanit!

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